martes, 9 de noviembre de 2010

Un poco lista un poquitin tonta.

Lo más complicado siempre es empezar. Es duro, aburrido pero emocionante, te da miedo, pereza y lo peor de todo, no sabes cómo acabará. No sabes si la elección que has hecho va a ser increíblemente buena o vas a querer tirarte por un puente justo después. “Esas cosas llegan con la madurez”. Si, ya… Bueno. El caso es que pasan los años, y me siento igual que antes o incluso mas perdida. Me toca pasar por la etapa de quién soy y demás pero lo cierto es que en estos momentos me da igual. Sé que llegará con el tiempo, y que poco a poco me crearé a mi misma. Sé que hago elecciones malas que cambiaran muchos actos en mi futura existencia pero la verdad es que ahora mismo me da totalmente igual. No quiero pensar en si moriré de un cáncer de pulmón o de un cáncer de piel por no ponerme crema solar. No voy a torturar mi día a día sabiendo que si no estudio cierto examen de historia o de lengua no podré ser escritora o historiadora. Son todo habladurías y cosas que otras personas, con otra vida, otras elecciones (algunas en común contigo otras no), han sacado de su experiencia personal. ¿Pero quién sabe si un día perdida por Madrid decidiré irme a parís a vivir, o si me aplastará un maldito avión? Nadie. Nadie sabe si lo que hago ahora será el reflejo de mi próxima existencia, son todas previsiones. Previsiones hechas por gente que no conozco y repetidas una y otra vez, pero ¿sabéis qué? Yo no soy de eco ni de ciencias, no me baso en eso, me da absolutamente igual, ahora mismo no me importa la nueva vacuna contra yo-que-se (aun que me alegro de que allá gente de que si, por la comunidad digo), o si el IVA va a subir. Está claro que me influenye pero yo no quiero ser, pensar o sentir eso. Yo quiero reivindicar la belleza de la fotografía, de la música, de la pintura e incluso de la moda. No salvaré vidas, cierto, está clarísimo. Es cierto un médico será más “útil” que yo, lo tengo asumido. Incluso un economista lo será. Yo simplemente seré una de esas personas pérdidas en una calle sin luz que se queda soñando y esperando al próximo tren mientras el resto sabe que no va a llegar. Lo sé y no me importa. Me da absolutamente igual. Si, igual me voy a África a ayudar a los niños , si igual si. Pero no les llenare la cabeza de dichos y de refranes, simplemente estaré allí, con ellos, siendo alguien. Soy un desastre lo sé, y ni siquiera entiendo lo que estoy escribiendo, se me ha olvidado el principio y me no me apetece leerlo. He empezado una de esas comeduras de coco propias que no llevan a ninguna parte y que siempre acaban igual en mi caso. Fumo, me moriré joven y no podré cuidar a mi oso panda de peluche. ¿Lo peor de todo? Que ni si quiera tengo ese maldito oso de peluche.











Que parezca un accidente y tal.

2 comentarios:

  1. el guardian entre el centeno, que libro tan... alucinantemente increible :) me gusta el desorden de tu bolso

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  2. Me gusta mucho esta entrada! Y estoy totalmente deacuerdo! jajaja
    Las fotos son geniales!
    Un beso!

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