martes, 29 de noviembre de 2011

He sacrificado mi felicidad.

Deje de lado el deseo de despegar. ¿Por qué? Por mi, egoísmo puro, como siempre. Hay que saber qué quieres y qué debes. Yo quiero algo, algo que condenará mis actos y cuya naturaleza, muy a mi pesar, desconozco. Empeñada a luchar contra la tontería rindiéndome a ella, empecé a luchar una batalla pérdida. Mi causa es inútil.
Es curioso, al igual que muchas otras cosas, que el único camino que puede conducirme a una cierta felicidad se aleje, a pasos de gigante, de esta. Necesito algo que tiene un final cercano y determinado, algo que me esconda la verdad. A algo que podría ser real, que sirva para alguien.
Obviamente, no sé que es. En ese caso no tendría sentido, ya que lo habría satisfecho. Sin embargo percibo una cosa, y hoy he decidido postrarme ante ella, pese a lo que esto conlleva. Se supone que es el camino fácil, y eso grita mi innegable estupidez.
¿Si es tan fácil por qué me ha costado tanto?


miércoles, 5 de octubre de 2011

Memorias de Guerra

Alucionaciones, estan por todas partes.
Bailan al ritmo de una esquizofrenia bien pausada, se columpian en las costillas ya quebradas.
Los organos han conseguido al fin su independencia, ya ni colaboran.
El tirano sigue enviando ordenes y hay una fuga masiva en la cárcel.
Los dedos se mecen, se hunden...
Los ojos explotados desde hace años, deciden abandonar el campo.
El aire intoxica el humo, ya no queda nada por lo que luchar.
Llora la bandera por la que un día dejaron de pelear.


domingo, 31 de julio de 2011

Bienvenido Primer Ministro

Ya no puedo. No tengo temas, no tengo estilo. La calidad se va perdiendo a medida que transcurre el tiempo. Es lo que tienen las pausas. No sé si seguir, si parar. Tengo mil cosas en la cabeza pero ninguna vale la pena. “El tiempo pasa y no pasa nada”.  Hay círculos por todas partes, ojos que no dejan de mirarte. Tienes miedo, tengo miedo. Las palabras me faltan y el diccionario no ayuda. El aire se ha vuelto más pesado y el humo ha ocupado su lugar. Es la hora de preocuparse y de mirar fijamente a la realidad. Pero no puedo. Intentos. Intentos por todas partes. Arte, obsesión, impotencia, olvido. ¿Merece la pena? No. No hace falta hacerse el héroe. Las rayas son cada vez más dolorosas y los aviones cada vez vuelan más alto.

Se ha perdido, lo he perdido.


-¿Te he dicho que te quiero?
-Sí. Lárgate capullo.


domingo, 5 de junio de 2011

Voltaire, no?

Racha, racha, racha.
Normalmente no subo dos articulos tan seguidos, me parece poco correcto. Satura, llena y quita importancia a uno de los dos. Y eso... No mola. La verdad es que este tiene poco mio. Las fotos las hice yo (en vez de estudiar, por supuesto) pero el "texto" que copiaré unas lineas mas abajos no es mio. Es una locura, una "ida de pinza" de un hombre muy alto y del pelo negro. Hombre al que no le sienta (como a mi) muy bien estudiar.
P.D: No me sentiría bien conmigo misma si no pidiese al lector de este articulo que eche una ojeada al siguiente, cuestión de no quitar importancia. Cuestión de continuar el circulo.
 
 
"Pero clemente tiene muchas manos en sus pantalones
(y no las mias)
(vale, las mias tambien)
(pero ademas de las mias hay otras)
(y no son de plastico)
(vale, hay tambien de plastico)
(pero tambien hay manos humanas)
(vale, algunas son extraterrestres)
(pero te juro que hay que ni son mias, ni de plastico y que son humanas)
(y no de tios)
(no, esta vez en serio, NO hay manos de tios)"
 
C.B

 

jueves, 2 de junio de 2011

Little Monkey. Vol. II

Quiero el manual de esta máquina y lo quiero ahora.

Tuercas, tornillos y rayos. Es más difícil de lo que jamás habría creído. Hay que comprar muchas cosas y hay que pedir prestadas otras cuantas. La nostalgia se la pido al vecino de arriba, que siempre ha sido muy considerado y para eso está. Para obtener un poco de adrenalina tendré que coger el coche y buscar alguna casa dentro del bosque. Una vez allí, solo tendré que encontrar a una chica con un traje rojo, pero no será difícil, tengo su número de móvil. La energía es más complicada de encontrar, igual si busco en las páginas amarillas localizo algún sitio en la que este barata. Puedo intentar ir a la tienda de segunda mano  que está por aquí cerca… Pero claro, no puedo saber si la calidad del producto es  satisfactoria hasta que la haya comprado. Aun que igual te dan una garantía, antes solían regalarla. Definitivamente tengo que ir. Acabo de mirar en mis cajones y no encuentro por ninguna parte la magia. Y si no tengo magia… no tengo máquina. Es tan complicado, tan difícil. A pesar de haberme hecho tres listas de los materiales que necesito, me sigo liando. Aire por aquí, pasión por allá. Esto es un lio, no hay quien lo entienda. ¿Quién ha escrito esto? Se ve que no tenía ni idea. ¿Sensatez? Este manual tiene que ser antiguo, es la única explicación. Hace años que la gente agoto la sensatez. Y digo bien “años”. Así no hay quien trabaje, de verdad. Un lio, ya lo he dicho antes. Pues hala, desisto.

Buscaré otro manual, construiré otra máquina y me compraré otra vida.


lunes, 23 de mayo de 2011

Egoismo racional

Dime porque lloras, pequeña. No me moveré hasta que tengas otra vez ganas de sonreír. Y no, no me sirve que cantes, bailes o bebas. No, no basta con esperar, tienes que hacer algo. Hazlo. ¿Qué te pasa? Ah… ya veo. A mí también me pasa ¿SABES? A veces yo tampoco sé por qué estoy así, qué pasa. No, a veces no lo sé y aun que busque bien hondo no encuentro la respuesta. Igual lo predecimos, predecimos que va a pasar algo. Algo malo. Que nos deje sin aire, sin ganas… Si, es posible. Yo por ejemplo no aguanto esperar. Porque la gente siempre llega tarde o… no llega. Te entiendo perfectamente. Le pasa a todo el mundo, ¿sabes? No. No me mires así pequeña. Me rompes el alma y no te lo permito. Está de moda prohibir, así que como soy muy muy divino: te prohíbo que lo dejes caer. Sé que, cuando sabes cómo va a acabar es duro.  Pero a veces hay que hacerlo, hay que seguir. Dándole cabezazos al mundo y nadando a contracorriente. Es horrible saber que no lo conseguirás  y que vas a perder. Pero se trata de intentarlo, de poder fingir bien. Se trata, enana, de hacer historia.





viernes, 6 de mayo de 2011

Ahora que vamos despacio...

.... Vamos a contar mentiras.

Me encanta. Me encanta empezar un nuevo libro, una nueva historia y echar a volar. No sé por qué nunca acabo uno, la verdad. Yo empiezo muy motivada, con todas las idas de cabeza y todo eso, pero no consigo acabar la historia. ¿Me cansaré? ¿Me olvidaré? ¿No seré lo suficientemente madura? Seguramente, si. Seguramente me pase todo esto a la vez, así de golpe ¡Pam!. Igual es el hecho de contárselo a alguien, de explicarle mi proyecto. Tal vez simplemente debería dejar que las palabras fluyesen, como ahora. Debería dejar que todo me llevase, y me hiciesen desvariar, soñar. Porque soy yo la primera a la que tiene que alegrar, que motivar todo esto, ¿no? Quiero decir que si a mí no me gusta mi historia, no tiene sentido que la muestre, que la enseñe como un pequeño trofeo. No, definitivamente no lo tiene. Otro de los problemas, de lo que más me impide seguir mi relato es el tema. Por dios. ¿De qué hablar? Tiene que ser algo que pueda servir de aquí a veinte años, porque si no sirve, tendría que quemar todos mis libros publicados, y eso implica que haya árboles que han sido desperdiciados y no estoy por la labor. Hoy en día cada vez se piensa más en ser ecológico, o en no serlo, vaya. Y el hecho de imaginar que un montón de papel ha sido desperdiciado en crear un libro con un tema que ya no está de actualidad, que no interesa, que no tiene sentido, me da más que coraje. Me gusta esa expresión. “Me da coraje”, la verdad es que me fascina. Y fíjate que no tiene ninguna razón en especial, sólo me hace gracia, como la de “cágate lorito” o la de “la madre del cordero”. Sí, me agradan, me parece divertido soltar una frase como esas en un momento tonto. Son frases comodín, ya hechas y que hacen que la gente te mire raro (durante) un micro segundo. Son esas frases que de tanto decirlas a gente de tu entorno, tus amigos y eso, acaban maldiciéndote porque ellos no pueden evitar soltarlas de vez en cuando. Bueno, pues eso, que el tema aparte de tener que servir de aquí a veinte años, tiene que ser un tema que no aburra. Esto ya es más complicado. Admitiendo la evidencia de que no puede gustar a todo el mundo, tengo que hacer una historia que a mí no me aburra. Que me la pueda leer, cinco, seis o siete veces sin aburrirme. Eso pasa con pocos libros, cada vez con menos, la verdad. Cada vez tienes menos posibilidades de que caiga en tus manos un libro que te ponga los pelos de punta, que no te haga saltarte partes porque no puedes más, un libro que en definitiva valga algo.No quiero decir que haya libros que no lo valgan, vaya. Bueno, realmente si. Están esos libros tostón de los cuales es inevitable no parar de mirar el número de páginas que llevas y pensar : “venga sólo cien páginas más, vamos tu puedes.” Eso es duro, de verdad. Hablamos de cosas duras que pasan, que vivimos y todo ese rollo. Intenta leerte un libro de ochocientas páginas llendo a dos por hora y sintiendote obligado a acabarlo. Tortuta china, eso si que es una gran carga. Desde aquí os animo ha intentar hacerlo. ¡Pon un libro de unas ochocientas páginas (sino no vale) en tu vida! Habría que hacerlo… Y volviendo al tema inicial, malditos fuera de contexto, tenemos que pensar en otro factor más. Porque si a esta lista le sumas que tiene que ser un libro que guste a alguien que no seas tú o tu madre, ya es el colmo. “Es el colmo” otra expresión que me encanta. ¿Por qué? Lo cierto es que en el caso de esta, no lo sé. Es una frase que dicen ciertas personas que me hacen gracia en ciertos momentos. No quiero decir que todos los que digan esta frase me hagan gracia, no de verdad que no, sólo que las pocas personas que la dicen, siempre han sido personas cómicas. ¿Y si os contase una historia de una chica un poco tonta, a la que nadie le hace caso y que tiene unos padres que son o alcohólicos, o ludópatas o algo de ese rollo y  que conoce a un chico muy guapo, pero mucho- que si no, no sirve- que es bastante popular en su colegio, y que está en el equipo de fútbol, o rugby o vete-tú-a-saber? Sí, podría hacerlo. Y si ya tienen alguna cualidad fantástica, un súper poder o algo, ya sería la repera. “La repera”. Hay demasiadas expresiones que me gustan, cada vez me doy más cuenta. Igual es que en realidad hay muy pocas que no me gustan y punto. Igual soy de esas personas a las que le gusta las expresiones-cliché que dice todo el mundo. Como lo de ir a Paris y hablar de : Dior, Edith Piaf. O soltar la frase : “C’est la vie”. O igual simplemente he tenido la mala suerte de haber caído en las redes de mucha gente que utilizaba ese uno por ciento de las expresiones que no me agradan especialmente. Bueno, especialmente está claro que no. Rediós, ya estoy empezando a dejarme llevar frente al ardor de poder escribir lo que yo quiero delante de una pantallita. Es muy fuerte. Quiero decir, que el hecho de que puedas escribir lo que te salga de las narices, cuando te salga de las narices, dejando que solamente las personas, animales o seres vivos que tú quieras puedan leerlo es muy heavy (no, no voy a ponerme a decir por qué me gusta esta última expresión, no, esta vez no.) Por seres vivos no incluía a los virus y demás, claro, como es evidente. Pues es, que es muy bestial, muy fuerte, muy de todo. Es como esa Coca Cola que te dan al final de una larga carrera por algún sitio montañoso o así… Bueno, habiendo sumado todos los requisitos para poder escribir un libro decente, o que parezca que lo es, (porque si algo parece que es una cosa que no es eso significa que en algo se tiene que parecer, por lo que me serviría igual) los temas que me quedan son, el de la chica tonta y el chico chulo, el de un niño huérfano que tiene que superar muchos riesgos (los chicos huérfanos caen bien a todo el mundo. Si me encuentras a más de dos personas a las que no le gustan, hazles una foto o algo y que te la firmen, de verdad.) el de la reproducción de los berberechos –si, tiene que ser de los berberechos, porque si no, no sería interesante, quiero decir- y poco más. Bueno sí, el tema ecológico podría ser el de una tribu de la Amazonia-y no Amazonas- que es obligada a abandonar sus costumbres, desapareciendo así de la faz de la Tierra. Si, ese valdría, tal vez podría hablar también de un perro abandonado, o de una zebra. El otro día estaba viendo la tele y vi una pelicula que trataba el tema de un bebe zebra abandonado, una lástima, si. No me estoy burlando de verdad. Sólo que me sorprende que alguien se encuentre en medio de una carretera una caja con una zebra dentro y que encima tenga la suerte de no ir lo suficientemente rápido como para pararse al segundo y tal. Dejando esto de lado, los otros temas son interesantes. ¿No? Todos se merecen ganar, todos y todas. “Todos se merecen ganar”. Es una de esas frases que deberían de ser verdad en todos los sentidos pero que en la realidad no lo son. Nunca pasa eso, nunca merecemos todos ganar. No. Hacemos, vivimos y por desgracia destruimos. Destruimos nuestro alrededor, a los que nos rodean, a los que no, a las cajeras de los supermercados, al cartero, a la autenticidad de un disco o de un vinilo, los derechos de autor, a los pobres patos, bueno a los conejos también, a los niños del parque, a los señores que esperan para dar un caramelo a estos últimos, al payaso de la esquina, al de la otra,  y a Pepe – por que todos conocemos a alguien que se llama Pepe, no lo niegues- . Y claro, luego vamos, con nuestro: “porque yo lo valgo”, exigiendo y pidiendo a diestro y siniestro, con nuestra sonrisita y nuestra mano bien tendida.  Que majos y agradables que somos. Debéis notar que me incluyo, que yo no lo niego ni me distingo de esas personas, de las personas en general. Es algo horrible, pero está ahí, podemos intentar cambiarla un poco, para sentirnos mejor y eso, pero al final está en nuestra naturaleza. La del ser humano. ¿Sabes? Está la explicación de la supervivencia. Egoísmo por supervivencia, borrachera por supervivencia, rodearse de gente que en la realidad te importa lo mismo que un pepino-con el respeto de los pepinos- por supervivencia.  Pero igual no debería de conformarme con dejar que mi mente me abandone, y no pararla. Igual debería de poner un poco de juicio a este relato. A mí me da que sí, que debería. Deber. ¡Qué complejo es ese maldito verbo! Realmente no debemos hacer nada, deber, lo que se dice deber, no. Debemos por egoísmo. Volviendo a la inocente pero no por eso menospreciable idea de poner un poco de orden a todo esto os tendría que decir que he pensado, cuál es el famoso tema, qué nuevas ilusiones y esperanzas dejo caer en esta pantalla.  Bueno, me he propuesto contaros ciertas cosas de ciertas personas. Personas que conozco, con las que he convivido, a las que he observado, apreciado y pensado. Personas que no tienen por qué resultarme apasionantes o interesantes pero que quieras o no tienen algo. Algo que ha hecho que al menos me fije en ellas. Algo que ha provocado que en mi profundo aburrimiento, desahogase mis penurias y mis reflexiones en ellas. Os lo contaré cambiando nombres claro. Nunca hay que decir nombres, está mal visto. Crea conflictos, malos rollos y un montón de cosas que ocupan tiempo y si algo es valioso de verdad es el tiempo. Salud sin tiempo llega a poco. Amor sin tiempo se queda en fracasos rápidos. Dinero sin tiempo es inútil. El tiempo sí que merece la pena. El tiempo se merece un monumento. Algo así como un reloj gigante en medio de una plaza, donde la gente se pasease y sonriese y eso. Siguiendo con lo nuestro ( o con lo mío), os las voy a presentar de una forma que a mí me gusta, no tanto como las expresiones pero bueno, algo es algo. Esto va de una cafetería, de una misma mesa, de un mismo camarero y de varios sábados de madrugada. De una chica, sentada en un asiento, viendo pasar a gente, conociéndola, mirándola, hablándola y sobre todo escuchándola. Una sucesión de sábados con personas diferentes, porque todo el mundo es distinto.  Pues bueno, allá voy.  Allá voy, hasta el infinito y más allá.


lunes, 25 de abril de 2011

Los Buenos

"No te asuste el desgastarme, soy eterno."

Solía estar bien, a veces lo conseguia.

Me gusta pasear. Y más si es por la tarde. Y más si es por Madrid. Es increible. La gente gatea, los bebés corren, las faldas se levantan. Siempre hay una brisa, una pequeña brisita que te columpia, te mece, baila contigo... Lo mejor es que para saber pillarla, captarla y sentirla, sólo tienes que recordar. Hacer un pequeño esfuerzo y aprender. Tienes que aprender a nadar en los mares pequeños, tienes que saber saltar en el momento adecuado. Controlar cada maquina de tabaco de la capital y sobre todo saber dialogar (-Perdón.¿Tiene fuego?). Es facil, pero no todo el mundo es capaz. Tienes que saber estar bien en tu lugar, saber ahogar tus penas en el café (porque en el acohol es demasiado facil, no vale, es trampa). Es una ley. La ley del rey, la ley de Familia. A veces toca elegir. A veces no lo consigues con un "elige tu". No. De ninguna manera. No sirve, es una caca. Esa, digamos, es la parte complicada. El saber hacerlo. Hacerlo bien. Es un arte, un don o una maldicion. Es saber vivir, saber aprender, saber que te queda mucho por saber, saber que el dia clave en el que lo sepas todo seras mayor y ese 'todo' se habrá acabado. Saber...

Yo solía saber, solía saber hacerlo...


 HOY LA CHICA COCODRILO CUMPLE 17 AÑOS
HOY SIGO QUERIENDO CON LOCURA A LA PEQUEÑA CODODRILO

jueves, 31 de marzo de 2011

¿Cuantos años llevas ya en este planeta tierra?

Era pequeño, moreno, divertido y se llamaba Marcos. No jugó nunca al fútbol, nunca miró la televisión. Apenas salia de su casa, y puedo contar con los dedos de una mano las veces que corrió por el parque. Era adorable.
No puedo evitar pensar en vosotros. No le llegasteis a conocer, no sé si ya os enseñe una foto.
Le pedí de todo y me trajo aún más, no me puedo quejar. Era un buen chico. Me acuerdo de un día, creo que era un sábado. Le obligué a ir al parque, cogimos los patines (los que le regaló su padre por navidades) y, armados con unas rodilleras, nos escapamos un rato. Aún me acuerdo de ese día (él también se acordaba), se cayó tres veces y una de ellas en el barro. El siempre quería estar limpio, pero ese día...Ese día le daba igual. No puedo parar de pensar en el calor que hacia, en el viento que soplaba.
Marcos no hablaba mucho, más bien nada. Pero era un buen niño, muy limpio. Es una lástima que no le conocieseis. Os tengo que enseñar una foto, mejor si es la que llevo en la cartera. Está realmente guapo, en la de la cartera.
La verdad es que hice un buen trabajo. No fue mal hijo. Hacía sus tareas, entre ellas lavar los platos, recoger el salón, limpiar el baño... Nunca se quejó, nunca... A penas hablaba, la verdad. Aun que a veces repetía algunas cosas, tenía obsesiones... Nada importante, nada que merezca ser nombrado. "No me olvides. ¿Vale?". Me lo repitió mil veces. "No me olvides. ¿Vale?". No lo entiendo, él se pensaba que la gente desaparece así sin más, que la memoria se borra de un día para otro... ¿A caso me he olvidado de él? No. ¿A caso algún día me olvidaré de él? Tampoco. ¿Enserio pensaba eso de mi? ¿Que yo le dejaría caer? Yo me acuerdo de él. Me acuerdo de el día en el parque, de el día en el que hizo la maleta. Esa mañana se paró todo. Los relojes dejaron de sonar, el viento cesó de soplar, los pájaros se quedaron quietos y la vida... La vida continuó.

jueves, 24 de marzo de 2011

Hey Jude, don't make it bad.

" Se puede crecer sin vivir, pero no vivir sin crecer. "


Poco a poco te vas formando. Si, te vas creando. La memoria te falla, las opiniones te cambian. Ya no eres ni “tú” ni “yo” ni tan siquiera “él”. Ya no. Reconstruyes. Cambias. Transformas. Cierras los ojos y empiezas a pensar, a recapacitar, a sentir. Te cuestionas por todo y por nada y lo haces "por tu bien". Te lo repites una y otra vez "yo soy yo". Te castigas por tu simplicidad, te tatuas frases, fechas y caras que no puedes olvidar. Eres sincero pero sigues contando mentiras. Piensas y bebes. Reflexionas y te drogas. Piensas y vuelves a beber (pero esta vez Coca-Cola, por supuesto). Es frustrante. Recapacitar, mirar unos años atrás y ver que ya está. Se ha acabado, todo se ha movido, se ha borrado. No sabes el porqué y desconoces las consecuencias. No sabes si volver o si desaparecer. No. No aceptas lo que eres, ni lo que sientes. Rezas para que alguien lo vea, se de cuenta, reciba tus mensajes y,al fin, te ayude. Alquien que te explique lo que puedes dibujar y lo que no debes hacer. Te agarras, fuerte. Resistes. Vuelves a caer.


Qué alegría vivir
sintiéndote vivido.

jueves, 3 de marzo de 2011

Querido amigo,

No entiendo nada, me he perdido. Hace años que sueño con Alica y hace años que cuando me despierto ella ya no esta. Dime ...¿Se ha ido? Tal vez nunca ha existido... Estará perdida, Alicia se solía perder mucho. Igual se ha escondido, ahora esta de moda esconderse. Se fue al campo, "de picnic" me dijo. Me traicionó años atrás, fugándose con la oruga y el conejo. Me privó de las espirales de colores y de sus famosas tardes de té. ¿Sabes lo peor? Que la echo de menos. Ya no me acuerdo de su cara. Ya no me acuerdo de su alma. No sé quien es ahora, o quien soy yo. No lo sé. Tampoco la puedo culpar... Entiendo perfectamente su necesidad de huir, de escapar, de volar.  Lo entiendo totalmente, tanto que hasta me duele, tanto que hasta me parece horrible. Pero horrible de verdad. ¿Qué hará ella ahora? ¿Con quién jugará? Podría elegir a cualquiera, ella solía hacerlo. Igual está contigo ahora, leyendo esto. Suspirando detrás de tu oreja, riendose del absurdo o... Yo que sé, jugando al ajedrez.
Espero que todo te vaya bien, que ya hayas solucionado tus problemas y que al fin hayas puesto el punto final a tu libro.

P.D: Aun me acuerdo de cuando te reias.

La belle époque.

jueves, 17 de febrero de 2011

Little Monkey


RimaRimaRisaRimaRimaRimaRisaRisa
ElectricaMagiaRisaRisaRimaChicasRisa
RisaRisaFenomenoRisaRimaRimaRisa. 



Era la mujer que presidia tu vida. La que hizo que te cambiases de equipo de fútbol y de marca de cigarrillos. Por ella olvidaste hasta tu nombre y la capacidad de ir en bicicleta. Te obligó a vivir con un gato, a pesar de que eras alérgico a esos “animales del diablo”. Sólo celebraba las copas de despedida, dejando de lado los brindis de bienvenida.

Era la mujer que se compró una marioneta y a los tres días se cansó de ella. La que decía tópicos como “carpe diem” y luego desaparecía, sin más. La que no paraba de dar vueltas y vueltas. Era la que siempre daba el disparo que arruinaba tu fiesta.

Era la reina absoluta de tu risa.


-¿Qué dice tu madre al respecto?
-Que debería de tomar más drogas.
-Fantabuloso.



miércoles, 9 de febrero de 2011

I can mash-potatoe.

Rayas, rayas, rayas, rayas y más raTas.
Suena de fondo "mueve tus caderas" y Madrid empieza a calentarse -Burning suele hacerlo muy bien. En febrero hace sol y por eso en Junio se pondrá a nevar, ya lo veréis (Je prends mon parapluie donc y pleut.)
La gente esta desatada, confundida y chocada. Se les ha olvidado que hay que sacar la lengua al bailar y que esto último sólo se hace correctamente los D-O-M-I-N-G-O-S. Ahora han decidido levantarse pronto para ir a currar, vestirse adecuadamente para trabajar, respectar al jefe y no rechistar, comer cereales para desayunar, seguir la misma rutina como un buen animal...No hay ni lógica, ni sentido. No hay nada de nada, " sigue cayendo la nieve y soplando el viento y yo sigo sin estar contento".
Y luego son ellos los que acusan al tiempo de estar raro.


Now tell me baby, do you like it like this?

martes, 25 de enero de 2011

JUST A YELLOW LEMON TREE.

I WONDER HOW, I WONDER WHY

YESTERDAY YOU TOLD ME ABOUT THE BLUE BLUE SKY.

Tardes de Lunes que matan.


Después de pasarme unas ocho horas en unas mismas cuatro paredes, haciendo exactamente lo mismo que cada lunes (ru-ti-na), hipnotizando a la suerte para no salir “voluntaria”, sentándome para luego levantarme, para volver a sentarme y así de suite, he tenido una idea, o lo que viene a ser lo mismo : se me encendió una bombillita. Notable progreso, “trismestre satisfactorio”. Pero a todo cerdo le llega su San Martín, y el mio llego acompañado de una amiga. La decepción brilló entre las estrellas cuando, inocente de mí, tuve la grandiosa y maravillosa idea de encender mi iPod y de ponerlo en modo “aleatorio”… En efecto me di cuenta rápidamente de que la idea no había sido una iluminación divina, sino una canallada. Solo una pequeña alucinación provocada –subsconscientemente- por una gran canción. Fatídico error, “Resultados irregulares, puede mejorar”.

BABY ANYHOW I´LL GET ANOTHER TOY

I’M TURNING TURNING TURNING, TURNING, TURNING, AROUND AND ALL THA I CAN SEE IS JUST ANOTHER LEMON TREE.

martes, 11 de enero de 2011

Supercalifragilisticexpialidocious.

Parece ser que ultimamente la pequeña I. no hace mucho... Ni estudia, ni trabaja. Ni duerme, ni piensa (por desgracia). Pasa sus horas leyendo (y venerando) a gente semi-muerta. Vive deseando escaparse con cada cancion de Yann Tiersen (sin importar cual sea). Se rie por cosas que no tienen sentido y suelta disparates que ni ella misma comprende. (Mal)gasta su vuelta a casa en caladas vacias (que ni si quiera ella ha pagado), sentandose en la calle y esperando que alguien le mire y le explique lo que esta pasando. Parece ser que la pequeña I. ya no sabe ni que hacer, ni que decir, ni como existir. Parece ser que la pequeña I se ha cansado de no saber llorar.



Tomorrow it will rain
Yes tomorrow, they said.
How do yo know? I asked
We know.
Look at her hands, cat-eyed said.
And they turned them over and over as if they where looking for something.
She's special.Yes, she'll go very far.
Yes, yes, hmmm.
Make a wish.
A wish?
Yes, make a wish. What do you want?
Anything? I said.
Well, why not?
I cosed my eyes.
Did you wish already?
Yes, I said.
Well, that's all there is to it. It'll come true.
How do you know? I asked.
We know, we know.








When you leave you
 must remember to come back 
for the others.
 A circle, understand?
You can't erase what you know.
You can't forget who you are.

domingo, 2 de enero de 2011

Desde los bancos de Madrid no se puede ver el mar.

¿Quién impulsa las manijas de la casualidad?



Últimamente escribo mucho. Para mí, para publicarlo… La mayoría es un conjunto de palabras que carecen de sentido, letras y letras que se unen para no crear nada. No hay fondo ni tampoco belleza. Sólo vacio… Digamos que es una actividad sin ánimo de lucro. Igual es porque no comprendo nada o tal vez porque no encuentro la lógica que dirige a las personas y por extensión al mundo. No entiendo la utilidad de los pilares fundamentales sobre los cuales reposa todo, no. Hace poco, viendo una serie no muy buena, todo hay que reconocerlo, mencionaban algo de unas manijas de la casualidad. Me hizo gracia porque en estas cuatro palabras, una de ellas hace referencia al tiempo, y para ser más precisos, a un reloj, y la otra nos habla de la magnífica combinación de circunstancias que no se pueden prever ni evitar (recién sacado de la RAE… Salvo por el ‘magnífica’, por supuesto). No había pensado en la frase, había pasado de largo. Pero ahora que la escucho, ahora que no tengo nada mejor que hacer a las tres de la mañana, pues lo he hecho. ¿El resultado? Unas 223 palabras que constituyen otro texto más. Que ni será el mejor, ni (espero) el peor, pero que es el primer texto del 2011 y bueno… De eso habrá que acordarse. ¿No?