jueves, 17 de diciembre de 2009

Llevame al baile...

"Si aún dices: 'venga' yo digo : 'vale' "

Recuerdos, momentos pérdidos, olvidados por la mayoría de las personas. Vuelan y vuelan, propagándose así entre un millón de mentes, creando así maravillas como las risas o las sonrisas. Recuerdos, sentimientos que reviven, que te hacen flotar... Recuerdos, putas maravillas, restos de una copa de champán. ¿Conocéis ese momento de felicidad absoluta? Sí, esa cosilla que se te cuela en el cuerpo, que te hace pensar o decir cosas totalmente absurdas... Ese estado en el que no sabes realmente lo que le estás comentando a tu compañero de al lado. El punto medio entre la locura (la de un verdadero loco) y entre la gilipollez absoluta. Ese momento que todos buscan desesperadamente y que cuando por fín lo consiguen no se dan cuenta de que lo tuvieron hasta que lo pierden... Esas risas tontas en una clase de economía que sin haber sido, sin ser y sin ocurrir, recuperan todo el sentido. Esa sonrisa tonta que nadie entiende. Esa broma privada con cierta persona o sin ella. Esos juegos tontos que sólo se quedan en eso. Ese hecho que ocurrió y que nadie piensa volver a vivir pero que se alegra de que haya ocurrido. El saber que lo tuviste que lo vas a poder volver a tener. El simple hecho de desear algo lo suficientemente como para que te duela. La cosilla de que lo darías todo y bien digo todo por una persona o por un hecho. El sentimiento de dar vueltas y vueltas hasta que tienes ganas de vómitar. Eso es la felicidad absoluta. Eso es lo que todo el mundo busca a pesar de no saberlo. Por que sin esta instantanea, breve, dulce, divertida y fugaz felicidad, nadie sería igual y estaríamos sometidos a una ordinaria rutina.
Puta rutina. [Tarde de Junio, paseos por el retiro. Miradas cómplices en una barca escóndida...]

1 comentario: